Uno de los principios del arte de la negociación reza así:
Encuentra cuales son las necesidades de la otra persona y trata de satisfacerlas sin perder de vista tus propios objetivos
¿A qué viene esto? A que ayer, se suscitó un debate debido a una situación no hipotética en que se vio envuelto uno de mis compañeros.
Para proteger la identidad del personaje en cuestión, cambiaré significativamente su nombre.
El comienzo, la pregunta inicial
Para proteger la identidad del personaje en cuestión, cambiaré significativamente su nombre.
El comienzo, la pregunta inicial
Aguzado Puntiagudo llega a mi lugar y me dice, Supongamos que quieres una tele extra para tu casa y alguien se ofrece a darte una, grande pero arcaica, ¿la aceptarías? A lo que respondí, ¿Para qué quieres otra tele?
Los Argumentos
Bueno, es que una tele extra nunca esta de más, ¿cuántas tienes?, Dos, ¿y necesitas otra?, No es que yo la necesite, más bien, mi esposa la quiere, Ahh ¿y porqué no compras una de pantalla plana?, Mmmm, es que realmente no la quiero yo, sino que la amiga de mi esposa ya no la necesita y se la regaló, Ya veo, Además, Tendría que ser yo quien fuera a recogerla, Eso sí que sería un engorro, tendría que ir a conseguir la camioneta de mi hermano para transportarla, seguido de eso, ir a buscar la tele, cargarla y meterla a la camioneta, y tu sabes lo pesadas que son esos televisores viejos, Si lo se, Después, bajar la tele de la camioneta y subirla a mi apartamento, y como en dos semanas me mudo, tendría que repetir el proceso, ahh y aparte de eso conseguir un mueble para poner el enorme aparato, para lo que tendría que volver a repetir el proceso antes mencionado, pero esta vez para el mueble, Efectivamente suena como bastante trabajo, Eso sin mencionar el trabajo necesario que se requeriría para deshacerme de el aparto cuando ya no lo necesite más. Joder.
El meollo del asunto
La cosa es que si no la consigo, mi esposa se molesta conmigo y si la consigo yo me molesto con ella, Ya veo, No hay puntos intermedios, ¿No los hay?, No, especialmente después de tanto tiempo de casados, las cosas son como son, ¿Siempre será así?, Siempre.
El sondeo
Se consultó la cuestión con varios otros compañeros, y como en todo, algunos opinaron a favor de la televisión, otros en contra. O sea, no sirvió de nada el sondeo, más que para darnos cuenta de lo que ya de antemano se sabía, que era inútil sondear el asunto.
Conclusión
Definitivamente en este caso, no hubo arte de negociación por ningún lado. Ambas partes aparentemente son herméticas y no quieren ceder ni un solo palmo. Ahora, de qué vale conocer las necesidades del otro si no se piensa más que en satisfacer las propias, la respuesta es obvia, de nada. La teoría sólo es buena si se lleva a la práctica.
Los Argumentos
Bueno, es que una tele extra nunca esta de más, ¿cuántas tienes?, Dos, ¿y necesitas otra?, No es que yo la necesite, más bien, mi esposa la quiere, Ahh ¿y porqué no compras una de pantalla plana?, Mmmm, es que realmente no la quiero yo, sino que la amiga de mi esposa ya no la necesita y se la regaló, Ya veo, Además, Tendría que ser yo quien fuera a recogerla, Eso sí que sería un engorro, tendría que ir a conseguir la camioneta de mi hermano para transportarla, seguido de eso, ir a buscar la tele, cargarla y meterla a la camioneta, y tu sabes lo pesadas que son esos televisores viejos, Si lo se, Después, bajar la tele de la camioneta y subirla a mi apartamento, y como en dos semanas me mudo, tendría que repetir el proceso, ahh y aparte de eso conseguir un mueble para poner el enorme aparato, para lo que tendría que volver a repetir el proceso antes mencionado, pero esta vez para el mueble, Efectivamente suena como bastante trabajo, Eso sin mencionar el trabajo necesario que se requeriría para deshacerme de el aparto cuando ya no lo necesite más. Joder.
El meollo del asunto
La cosa es que si no la consigo, mi esposa se molesta conmigo y si la consigo yo me molesto con ella, Ya veo, No hay puntos intermedios, ¿No los hay?, No, especialmente después de tanto tiempo de casados, las cosas son como son, ¿Siempre será así?, Siempre.
El sondeo
Se consultó la cuestión con varios otros compañeros, y como en todo, algunos opinaron a favor de la televisión, otros en contra. O sea, no sirvió de nada el sondeo, más que para darnos cuenta de lo que ya de antemano se sabía, que era inútil sondear el asunto.
Conclusión
Definitivamente en este caso, no hubo arte de negociación por ningún lado. Ambas partes aparentemente son herméticas y no quieren ceder ni un solo palmo. Ahora, de qué vale conocer las necesidades del otro si no se piensa más que en satisfacer las propias, la respuesta es obvia, de nada. La teoría sólo es buena si se lleva a la práctica.
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