viernes, 31 de enero de 2014

Un asesino solitario

Un asesino solitario, también de Élmer mendoza es una novela escrita como pocas veces he visto: un lenguaje netamente coloquial. Escrita en primera persona, o más bien, es un supuesto diálogo donde el segundo interlocutor permanece callado, pero al parecer está allí, escuchando, por lo que suena más bien a una confesión que a otra cosa. La trama va de un asesino a sueldo, Jorge Macías, alias El Europeo, quien es contratado para ultimar a un candidato a la presidencia. De los políticos y personajes de la época donde esta situada la historia no se dan nombres, pero es fácil intuir que la víctima es más ni menos que Luis Donaldo Colosio. Ignoro si realmente hubo un atentado previo a la muerte de este, pero al menos la novela así lo sugiere.
La historia hace un recuento de la vida del protagonista, algunos hechos que sucedieron en su infancia y adolescencia, inclusive algunos otros más recientes. Luego va se narra como es que el trabajo comienza a complicarse para Macías, se suscitan traiciones, viejos amores que se creían perdidos a la postre resultan decisivos. Puedo decir que la novela resulta bastante entretenida a pesar de la manera como esta escrita, o quizá gracias, al menos en parte, a eso. También cae en algunos excesos repitiendo una y otra vez algunas frases como su "adicción" por las galletas pancrema y la Coca-cola. Claro, aparte de la droga y el alcohol, porque claro que el tipo es un yonqui, ni modo que qué. A leer más y mejor.

Trancapalanca

Trancapalanca, de Élmer Mendoza, es uno de esos libros que lees y que no sabes bien qué fue lo que intentó hacer el autor. Al libro lo componen veintitantos cuentos y micro relatos. De todos, solo uno, más o menos me gustó: La solución, donde el autor mismo se incluye como protagonista de la historia: le han encomendado eliminar a un temido narcotraficante. La historia del relato se desarolla bien, tiene buen ritmo y el final, aunque no me gustó, me pareció adecuado. Poco memorable el libro de verdad. Este sí que no lo recomiendo. A leer más y mejor.

martes, 21 de enero de 2014

La invención del amor

Quizá buscando un poco ir a la segura con lo que leo decidí buscar títulos o bien que tuvieran buenas reseñas o que hubiesen ganado un premio importante. Y La invención del amor, de José Ovejero es un ejemplo de lo anterior, ya que es la novela ganadora del premio Alfaguara 2013. Otro factor que influyó para decantarme por este libro fue que durante una de mis escapadas a la libreria leí la contraportada y me pareció interesante la trama. Y al final no me ha decepcionado. Así que voy muy bien en lo que va del año en cuanto a libros leídos se refiere. El estilo de Ovejero me recuerda mucho o muchísimo al de Marías. Pero a diferencia de Javier y las larguísimas reflexiones en las que acostumbra a sumir a su personajes, Ovejeros, con el personaje principal de La invención del amor, Samuel, encuentra una moderación inteligente que se agradece. La trama también me recuerda un poco a la de una novela de Marías, precisamente: Mañana en la batalla piensa en mí. Ahora, no son para nada iguales, salvo ciertos elementos, y hasta cierto punto me gusta más la historia de Ovejeros.
Samuel es un tipo en sus cuarenta, que no tiene aspiraciones, sin pasión alguna, con un trabajo cómodo que no lo satisface, simplemente viviendo por vivir, reflexionando continuamente desde su balcón. No tiene alguna mujer a quién amar y sus relaciones más bien han sido pasajeras y para nada profundas. A lo largo del libro hay bastantes frases interesantes, quizá más adelante actualice este post y añada algunas, definitivamente valdría la pena. Lo interesante de la novela comienza cuando a Samuel lo confunden y le dan la noticia de que Clara, su examante, ha muerto. Samuel no la conoce. Sin embargo, decide seguir con la mentira a tal grado de presentarse en la ceremonia de cremación donde se ve confrontado por el esposo de Clara. La historia continua y la hermana de la examante entra en escena y por alguna razón, quizá porque está aburrido y nunca había pasado nada interesante en tu vida, Samuel decide continuar con la farsa. Pero cada vez se interesa más por las cosas de Clara, cómo era, qué hacia, cómo fue su vida, etc. Y así, Samuel comienza a entender y conocer a Clara a través de las declaraciones de su hermana, de sus propias conclusiones y de lo que otros dicen de ella. La historia es buena, como ya dije, llena de reflexiones interesantes específicamente acerca del significado del amor, de amar a alguien, de llegar a entender y conocer a una persona. En fin, es un libro bastante recomendable y definitivamente valió la pena la lectura. A leer más y mejor.

lunes, 13 de enero de 2014

La amante del ghetto

Hoy, oficialmente, terminé La amante del ghetto, de Pedro Ángel Palou. Esta novela la leí impulsado por una buena crítica que le hiciera al libro Marco Tulio Aguilera en su blog, descabezadero. Entre otras cosas Marco Tulio hablaba de lo bien armada que estaba la trama y lo mucho que se documento Palou para escribir el libro. En el capítulo final del libro viene una breve explicación de las razones que lo impulsaron a escribir la novela, y también menciona la bibliografía que leyó mientras trabajó en el texto. Esto a mí personalmente se me hace un poco pedante. Es decir, como información está bárbaro, pero quizá de más. Ahora bien, la novela es entretenida sin ser del todo genial.
El autor le apuesta a atrapar al lector con la cuestión de que si la pasión es tan fuerte que termina destruyóndonos. Esto a mí me pareció interesante, pero francamente siento que Paloú no logró proyectar el lazo pasional que supuestamente existía en la relación de la protagonista con su examante. De verdad, pienso que quedó corto. Pero yo qué voy a saber de literatura. Ahora bien, la novela es interesante y vertiginosa en ocasiones. Retrata el París de la postguerra y sitúa la historia en medio de la semana de modas parisina. Personajes como Christian Dior, Picasso y otros más salpican y aparecen y desaparecen a lo largo de la trama: una pareja de vengadores judíos pertenecientes a un grupo llamado Nokim que se encargan a localizar a nivel mundial a altos oficiales nazis para asesinarlos. El problema se complica cuando Tania, la protagonista, mientras está a la caza de su segunda víctima, se topa con el que fuera su amante durante la ocupación alemana en Polonia. A mi modo de ver, aún sin esta complicación del amante la novela daba para que fuera buena así sin más.

Lo que sí es que me alegro de haber leído algo entretenido y hasta cierto punto educacional, ya que el autor hace un énfasis especial en relatar lo sucedido durante esos días postguerra. También otra cosa es que la novela es cortita. Estoy absolutamente seguro que la trama pudo haberse estirado bastante más sin llegar a ser pesada. Pero también hay que agradecer la brevedad. A veces hay de lo bueno, poco. A leer más y mejor.

miércoles, 8 de enero de 2014

Juego de Muñecas

Terminé, ayer por la noche, Juego de Muñecas, de Francisco Alejandro Méndez, escritor Guatemalteco. Este libro lo conseguí en la pasada edición de La feria del libro de Los Angeles. Y por fin, después de casi un año, salió de mi librero. Al parecer el autor, al igual que muchos otros, ha creado un detective quien es el protagonista de sus historias (porque sospecho que tiene otros libros con el mismo héroe protagonico). Ahora bien, la novela me dejó por un lado frustrado por su poquísima calidad literaria, y por lo mal escrito y editado que está (de verdad me sorprendió mucho esto último). Hay dos otres lugares donde las oraciones no tienen ningun sentido, pero en fin. Por otro lado, la historia es interesante y no es mala, con un poco de excesos en ocasiones pero mala no es. Es más, creo que es hasta buen intento de abordar el género negro.
Wenseslao Pérez, el detective estrella, junto con sus dos suborinados, investigan una serie de homicidios cometidos de una manera brutal. Las pesquisas arrojan como posibles sospechosos a hombres extravagantes y mujeres de la vida galante, muñecas de plástico de tamaño natural, y amores pasados hechos presentes. Hay mucho alcohol, persecusiones, y hasta un poco de hisotria del arte. En fin, parafraseando a Onetti: las historias policiacas entre más malas mejor. Así que he aquí otra opción de género negro latinoamericano. Salud

jueves, 2 de enero de 2014

¿Quién mató a Palomino Molero?

Sin duda este año será mejor que el anterior, en todos los aspectos. O al menos así lo espero.  Por lo pronto he terminado de leer el primer libro en este recién estrenado 2014, y a diferencia de los años anteriores, no fue un tocho, pero sí de género negro: ¿Quién mató a Palomino Molero?, de Mario Vargas Llosa.

Este es el segundo libro que leo del nobel peruano. El primero, Travesuras de la niña mala, salvo por un capítulo donde el papá de la niña mala explica cómo y dónde se deben construir los rompeolas, más que interesante me pareció insustancial, entretenido acaso, pero jamás de relectura. 

Y ahora ¿Quién mató a Palomino Molero?, único libro que, según tengo entendido, escribió de género policial Vargas Llosa, no es malo pero tampoco excelente; es más bien pasable. Entiendo que los localismos que empleó en esta novela fueron para dar mayor sensación de que la historia trascurría en un pueblo del Perú y, hasta cierto punto, logró su objetivo, porque el tono de los díalogos y la voz del narrador realmente no son lo impersonales y faltos de carácter como en algunos de los libros de género policial que he leído. La historía en sí es sencilla: un crimen violento en un poblado costero, un teniente y un oficial de la policia local tratando de esclarecerlo, militares de la aviación envueltos, un amor no verdadero. En fín, no estuvo nada mal para iniciar el año, y aquellos amantes del género detectivesco lo apreciarán por lo que es: una novela sencilla, bien escrita, sin muchas compliacaciones.

¡A leer más y mejor!


martes, 31 de diciembre de 2013

En visperas del 2014 - Reflexiones y propósitos

Cosa curiosa me sucede, o más bien, me ha estado sucediendo: entre más leo, menos capacitado me siento para escribir. No sé a qué se deberá lo anterior. Quizá inconsciente o conscientemente tiendo a comparar lo que escribo con aquello que leo, con los que sí saben, vaya, bueno, casi todos. El punto es que en este 2013 he escrito poquísimo. Y vaya que material no falta: tengo mi novela inconclusa, un par de cuentos interesantes en la mente (quizá de índole más bien policial) pero que no salen o no he sabido escribirlos, o quizá no me he dado el tiempo  para sacarlos. Es cierto que escribo micros, que no siempre me gustan, pero los tomo como ejercicios y nada más, pero algo de lo que yo me haya sentido plenamente satisfecho, nomás no. Así que, a manera de propósito de año nuevo, me forzaré a poner más empeño en mis escritos, a ser un poco más detallista y paciente, a dar tiempo a que las ideas maduren y plazmarlas con palabras precisas.

En cuanto al ejercicio no sé bien que sucederá. Lo que sí sé es que seguire yendo al gimnasio y buscaré estar más activo. Francamente me encantaría regresar a escalar, pero creo que aún no es el tiempo. Por lo pronto ya decidí correr un 21k en dos meses, incluso ya armé el entrenamiento que seguiré. Este es un buen y alcanzable propósito a corto plazo, asi que: ¡Dale caña, cuco!

Lecturas: pues nada que tengo acumulados ya no sé ni cuántos libros. Tendré que irles dando salida y tendré, también, que limitarme a solo comprar aquello que realmente quiera leer y que esté a buen precio. La paciencia aquí estará de mi lado. También he pensado en la opción de sacar de la biblioteca solo libros importantes, o que hayan ganado algun concurso, por ejemplo el planeta o alfaguara, pero la prioridad siguen siendo los que ya tengo, que son un buen, como para medio año, por lo menos.

Y siguiendo con los libros, en este año venidero tendré que forzarme a leer libros de tecnología, tengo un par empezados y sería realmente bueno terminarlos. Así que proyectos hay, ganas... en fin, hay que joderse.

Ah, y otro objetivo es publicar más seguido en este intento de blog, desconozco con qué fin, supongo que al menos para aportar algo a las millones de páginas que hay en la Web, como si realmente hiciera falta.

¡Féliz y próspero 2014!