Finalmente, logré vender mi primer producto por Internet. A decir verdad, nunca lo había intentado, siempre me había tocado comprar mas nunca vender, especialmente comprar en Amazon; mi sitio favorito para las compras.
No es por nada, pero comprar en Amazon es súper fácil y práctico, y en la única ocasión que tuve algún problema, fue solucionado de inmediato.
Aquí en la oficina todo mundo compra en Amazon, de hecho algunos tienen la membresia Prime, algunos inclusive reciben paquetes cada semana, algunos otros recibimos cada uno o dos meses.
Y es que diferencia de eBay, no tienes que meterte en tanto rollo, que si algunos aceptan Paypal que otros no, que si subasta, que si compra directa, honestamente, aparte del hecho que consigues cosas muy especificas y que quizá en otro lugar no las conseguirías, no me gusta mucho comprar allí.
En Amazon con la misma cuenta que se tiene de comprador, se da uno de alta como vendedor, públicas tus productos y listo. Amazon se queda con una comisión por venta realizada, se paga otro tanto para el envío y el resto es ganancia.
La intención principal de eso de vender no es hacerme millonario, aunque no estaría mal debo admitir, sino el deshacerme poco a poco de cosas que no necesite y que ocupen un espacio en mi ya de por sí limitado departamento. Además, ¿qué no eso del inventario cero es el fin último?
La venta esta hecha, el paquete enviado, falta que lo reciba el comprador, evalúe el servicio y todos quedemos contentos.
Tengo publicados algunos otros productos, veremos que más se vende. Por lo pronto a disfrutar del las bondades del Internet y a esperar que mi inventario tienda cada vez más a cero.
martes, 20 de enero de 2009
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