viernes, 31 de diciembre de 2010

50 libros en un año

Pues bien, este 2010 ha sido un año de muchas y variadas lecturas, lecturas un tanto eclécticas diría yo. Más que preocuparme por superar el reto de leer 50 libros, me preocupé por tratar de leer nuevos autores y diferentes estilos de escritura. De ahí que incursioné un poco en el mundo de los comics y las novelas gráficas. Novelas largas leí poco, más bien me enfoqué en las novelas cortas y cuentos, y de hecho, creo que este es el año que más he leído estos géneros. La poesía sigue quedando pendiente para algún otro año, si acaso.

Hablando específicamente de libros y autores hubo varias sorpresas gratas en el año. La prosa de José Emilio Pacheco, a pesar de ser lacónica, es muy fácil, entretenida y satisfactoria. Considero que no se tiene que escribir mucho para que una obra sea buena. Y hablando de brevedad, Dos crímenes de Jorge Ibargüengoitia es una de las novelas más placenteras que he leído últimamente, quizá exagero, pero la verdad que me gustó mucho. Otra grata sorpresa fue Historias Fantásticas de Bioy Casares, y aquí sí, sin miedo a exagerar, El perjurio de la nieve, cuento corto, es buenísimo. No cabe duda que Bioy Casares además de escribir muy bien sabe armar intrigas de una manera fenomenal. Excepción a eso de que no se necesita escribir mucho para armar una buena historia fue Diablo Guardián de Xavier Velasco, la verdad de que a pesar de que la novela es larga, es bastante entretenida y muy original.

En fin, podría seguir mencionando otros libros que me gustaron, otros no me gustaron, otros que no leí y que quería, etc,. Ojalá que el 2011 sea igual o mejor que este 2010. Aun quedan muchos libros por leer y autores por descubrir. Lo que sí, es que espero hacer de este reto algo vitalicio, pero por lo pronto aquí dejo la lista definitiva de literatura leída en este año que esta a escasas horas de concluir.

(los libros con negrita fueron los que más me gustaron)

1 El hombre duplicado, José Saramago
2 Fábulas, Félix María Samaniego
3 El ocho, Katherine Neville
4 El oro de los tigres, Jorge Luis Borges
5 El plano oblicuo, Alfonso Reyes
6 Historias de cronopios y de famas, Julio Cortázar
7 Tierra de los Hombres, Antoine de Saint-Exupéry
8 Las mil y una noches, Anónimo
9 El mundo alucinante de Franz Kafka, Franz Kafka
10 El libro de los abrazos, Eduardo Galeano
11 Los Borgia, Mario Puzo
12 El maestro de esgrima, Arturo Pérez-Reverte
13 El principio del placer, José Emilio Pacheco
14 El Aleph, Jorge Luis Borges
15 Las batallas del desierto, José Emilio Pacheco
16 Travesuras de la niña mala, Mario Vargas Llosa
17 El llano en llamas, Juan Rulfo
18 Los mejores cuentos policiales I, Selección de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares
19 La vida conyugal, Sergio Pitol
20 El viento distante, José Emilio Pacheco
21 El lobo estepario, Hermann Hesse
22 Diablo Guardián, Xavier Velasco
23 Morirás Lejos, José Emilio Pacheco
24 V for Vendetta, Alan Moore, David Lloyd
25 Transmetropolitan volume 1, Warren Ellis, Darick Robertson
26 La sangre de Medusa, José Emilio Pacheco
27 Transmetropolitan volume 2, Warren Ellis, Darick Robertson
28 Transmetropolitan volume 3, Warren Ellis, Darick Robertson
29 Transmetropolitan volume 4, Warren Ellis, Darick Robertson
30 Transmetropolitan volume 5, Warren Ellis, Darick Robertson
31 Transmetropolitan volume 0, Warren Ellis, Darick Robertson
32 Transmetropolitan volume 6, Warren Ellis, Darick Robertson
33 Transmetropolitan volume 7, Warren Ellis, Darick Robertson
34 Transmetropolitan volume 8, Warren Ellis, Darick Robertson
35 Transmetropolitan volume 9, Warren Ellis, Darick Robertson
36 Transmetropolitan volume 10, Warren Ellis, Darick Robertson
37 Ultimate Spider-Man: Volume 1, Brian Michael Bendis, Mark Bagley
38 Of mice and men, John Steinbeck
39 ¿Una nación bajo la autoridad de Dios?, Clifford Goldstein
40 The Sandman volume 1, Neil Gaiman
41 The Sandman volume 2, Neil Gaiman
42 The Sandman volume 3, Neil Gaiman
43 The Sandman volume 4, Neil Gaiman
44 Los mejores cuentos policiales II, Selección de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares
45 Marvel Super Heroes Secret Wars, Jim Shooter
46 Nuevos cuentos de Bustos Domecq, Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares
47 Historias fantásticas, Adolfo Bioy Casares
48 La Oveja negra y demás fábulas, Augusto Monterroso
49 La vida inútil de Pito Pérez, José Rubén Romero
50 Breve antología de cuentos policiales, Selección de textos: Ricardo Piglia
51 The Sandman volume 5, Neil Gaiman
52 El informe de Brodie, Jorge Luis Borges
53 Sangre y Arena, Vicente Blasco Ibáñez
54 Los días enmascarados, Carlos Fuentes
55 La tumba, José Agustín
56 Obras completas (y otros cuentos) , Augusto Monterroso
57 Dos crimenes, Jorge Ibarguengoitia

martes, 14 de diciembre de 2010

Dos crimenes



Dos crimenes, libro escogido al azar, ha sido uno de los libros que más me ha gustado últimamente. Es el segundo libro que leo de Jorge Ibargüengoitia; el primero, Los relámpagos de Agosto, que no estuvo nada mal, me gusto menos.

De lo más destacable que puedo mencionar de este libro es la rápidez y sencillez con que fluye el ralato. La trama esta armada de tal forma que la lectura no resulta para nada tediosa, y por el contrario muy grata. Es de esos libros que no puedes dejar de leer, que te enganchan, por ponerlo de algún modo.

La historia trata de Marcos, un tipo que es acusado de formar parte de un grupo subversivo socialista y de incendiar un edificio. Ante la inminente amenaza de ser aprendido, él y su novia huyen; ella a refugiarse con una pariente, él por su parte, para conseguir dinero, va a visitar a un tío, que al parecer es rico, y al que tiene cerca de 10 años de no ver. Y aquí, justamente, es donde comienza lo interesante de la historia. Marcos arma un ardid haciendo creer a la familia de su tío, y al tió mismo, que es un respetable Ingeniero experto en minas. La idea de marcos es proponerle al tío la excavasión de una mina para extraer cierto mineral muy costoso con el que se podría recuperar cuatro veces la inversión. Claro que todo eso es falso y lo que el quiere es sacarle un poco de plata al viejo para buscar a su novia y escapar a una playa.

Hay otros elementos interesantes de la trama, como el de que la familia del tío también esta detrás del dinero, como el de que Marcos se involucra con una prima, como el de que hay un intento de homicido, etc. Es una novela de final un tanto feliz, muy bueno y bastante inesperado. Por todo lo antes dicho, y porque me dejó un buen sabor de boca, la recomiendo ampliamente como lectura grata y placentera.

A leer más y mejor.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Diálogo

El trino de los pájaros le despertó. Había pasado la noche bajó un árbol de eucalipto, en plena calle, y frente a la estatua informe que tanto le disgustaba —lo moderno no iba con él. Conocedor de cada rincón de la ciudad, los lugares que procuraba tanto para la siesta como para pernoctar, eran determinados más que por la comodidad o el arropo por la nostalgia de algún recuerdo. Un poco más despabilado, después de estirarse y lavarse en la fuente, el diálogo comenzó: autos recorrían las avenidas, pasos presurosos iban y venían, y en una esquina alguien voceaba las últimas noticias. Mientras que Rubén, sin prisa y con la calma de un viejo maestro, sacaba del ajado estuche su violín, para con una melodía triste, dar contestación una vez más a aquella charla que se extendía eterna cada día.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Aquel entonces

Aún lo recuerdo como si fuera ayer: estábamos en lo alto de la rueda de la fortuna cuando me diste el sí. Las luces de la feria tiritaban bajo nuestros pies; y arriba, el cielo era el más estrellado que nunca antes vi. Era como estar en un plano cósmico. Recuerdo que atraje tus manos a las mías, y sonreíste, y tus ojos brillaban, y yo no sabía cómo actuar ni que decir. Te miraba intentando eternizar ese instante, hacerlo mío, que nunca se fuera. Ahora que pienso en esos días, pondero y creo que fueron los más felices de mi vida; sí, los más felices. Salíamos al parque a esas largas caminatas; tu disfrutabas de mis bromas, yo de tu sonrisa. Íbamos abrazados o de la mano, hablando o simplemente sin decir nada; nos bastábamos el uno para el otro. No he vuelto a caminar por ese parque desde aquel entonces, y yo que de memoria sabía todos sus senderos y atajos, ahora no creo poder reconocer alguno. Cómo ha pasado el tiempo, y nosotros con él. No recuerdo bien cuando todo terminó. De ese día tengo vagos recuerdos; procuré olvidarlo. Solo recuerdo que al marcharme, las lágrimas en mis ojos no me dejaban ver. Yo que nunca había llorado y ese día cómo lloré. ¿No es absurdo terminar cuando aún se ama?

Mientras trato de armar este rompecabezas de cubos que la maestra me dio, tú coloreas con crayones no sé qué paisaje con nubes y sol. Me pregunto si pensarás también en eso que seremos, en ese sí que me darás, en esos paseos que daremos, en esas lágrimas que derramaré.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Bajo la lluvia

La llovizna comenzaba a cubrir la plaza que poco a poco iba quedando desierta. La temperatura descendía y las luces de los faroles surgían diminutas; la noche comenzaba a caer. En el cielo los grisáceos nubarrones se amontonaban sin decidirse a soltar el agua. Mientras que los edificios al rededor de la plaza se erigían impasibles contemplando la escena que se antojaba un tanto nostálgica y con un dejo de misterio, en la calle principal, donde ya se dejaban ver algunos charcos pequeños, se materializaba la sombra de un hombre que pedaleaba febril su bicicleta. Bajo el riguroso escrutinio de la noche, la figura en movimiento se hacía cada vez más visible. En el momento que cruzaba la plaza un trueno de lo alto lo hizo detenerse.

Ahora llovía. Gallo se refugiaba en un puesto de revistas donde un improvisado plástico servía de techo, que si bien no lo cubría totalmente, era mejor que empaparse por completo; las lluvias nunca le habían sentado bien a sus viejos huesos. Se frotaba las manos mientras exhalaba vaho sobre ellas. No buscaba calentarse, más bien, le ayudaba a enfocarse en sus cavilaciones. Miraba hacia la plaza y le parecía todo tan diferente
-será por la lluvia, es una noche como aquella- musitó.
Calculó que serían cerca de las ocho. No llevaba reloj; no era hombre de llevar algo sujeto a su muñeca. Además, no había necesidad, se había acostumbrado a pedir la hora en caso de necesitarla; últimamente se había acostumbrado a pedir casi todo. No había comido nada desde medio día salvo un pedazo de pan y una coca cola
-para mitigar el hambre-, como el decía.
Necesitaba seguir avanzando, pero la lluvia arreciaba haciendo prácticamente imposible cualquier intento de continuar; se vio obligado a esperar.

Una hora después escampó. Las nubes aun se podían ver cargadas de lluvia, pero dieron tregua, y solamente se mantenían allí, inexorables, amenazando con soltar de una buena vez chaparrón. Era tarde. El tiempo apremiaba y a Gallo le esperaban. La subrepticia neblina que poco a poco avanzaba sobre las calles daba a Gallo la impresión de irrealidad; de un sueño que ya se ha soñado, o al menos en el que ya ha pensado con anterioridad. Para disipar toda duda sacudió su cabeza, subió a su bicicleta y, con su cuerpo un poco dolorido por la humedad, se perdió en la noche.

Sería la primera vez en muchos años que vería a Otilio, su hijo. No se habían visto desde aquella última pelea donde Gallo le espetó que era preferible estar solo que soportar los caprichos y malos olores de otros, y azotando la puerta salio bufando y mascullando una serie de imprecaciones. Gallo y su hijo habían intentado vivir juntos en varias ocasiones, pero ninguno de los dos daba su brazo a torcer; había sido más fuerte la necedad, que la tolerancia mutua. Siempre discutían por cosas nimias, y ni el lazo sanguíneo que los unía fue lo suficientemente fuerte para mantenerlos juntos. No había pensado en reunirse con Otilio, pero el telegrama, firmado por una tal Antonina, era contundente: Urge que venga a casa de su hijo esta noche.

Conforme se aproximaba al lugar de la cita su inquietud iba en aumento. Aun no entendía bien porque lo habían mandado llamar; el telegrama no daba explicaciones. Al llegar a la esquina, reconoció el viejo edificio de gobierno, pero en la pared donde espero ver pintado el mural del águila y la serpiente, se encontró con el dibujo de un hipogrifo. Reconoció a la criatura por las historias fantásticas que alguna vez leyó de niño.
-Extraña criatura- pensó- al tiempo que le recorría un escalofrío por la espalda.
Las casa de su hijo no era como la recordaba. La puerta de madera ahora era de hierro y el ventanal estaba cubierto por rejas y sin alfeizar. Se apeó de su bicicleta y caminó dos pasos hacia el umbral. Llamó a la puerta; no hubo respuesta. Gallo insistió; solo silencio se dejaba oír. Esperó un instante tratando de escuchar algún ruido al tiempo que se pegaba a la puerta: no había señal de alguien dentro. Ahora se escuchaba el ruido de los carros en la lejanía. Comenzaba a llover nuevamente y Gallo se inquieto por un momento. No sabía bien que hacer. El telegrama decía que era urgente y, sin embargo, el lugar estaba vació. Cerró los ojos para pensar al tiempo que lo invadía una especie de sopor.

Aun llovía cuando la nieta de Gallo entró a buscarle. La habitación estaba en penumbra y sólo se escuchaba el repiqueteo de las gotas, por lo demás, todo estaba en silencio.
-Abuelo, ¿qué te has hecho? estás empapado.
Gallo lloraba. Sus piernas habían dejado de funcionar tiempo atrás. Con grandes esfuerzos y la ayuda de un bastón, a penas y podía permitirse unos cuantos pasos. Ahora, sentado en su mecedora, Gallo apretaba en su mano un telegrama desecho por la lluvia. Lo había recibido una noche 8 años atrás cuando, empecinado en su orgullo, le negó la visita a su hijo. En aquella misma noche, Otilio murió.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Natalie is born

Hello people, after 30 hours in labor, baby Natalie is born.


Here´s what happened:


Wednesday

Around 7:45 am we went to the doctor´s office for a check up. Once there, the doctor noticed the amniotic fluid was at the minimum. And with 3 cm of dilatation, we were sent to the hospital.

I was driving on the freeway 10, about to take the Cloverfield exit, when all of the sudden, the car behind us, rear ended us. Unbelievable, in our way to the hospital !!! Thank God, the impact wasn't too strong and nothing happened to any of us

I left the scene of crime to drop Kathleen at the hospital, 20 minutes later I was back at the place of the accident filling up paper work with a police officer standing next to me who assured me that if I hadn't return to the place, they would've gone to the hospital, and even though it wasn't my fault I'm glad I went back.

Anyway, by the time I went back to the hospital, Kathleen had been admitted and laying on her bed. Everything was nice and dandy.

From 11 am to around 8 pm it was all good, small contractions, but not too much pain. I mean, we only had been in the hospital for 9 HOURS with no so many things going on.

Around 9 pm, Kathleen started to feel more contractions and a little bit more pain. I looked at her and said: "Mama, what does vacation mean?". She wanted to eat me alive.


Thursday

Around 12:30 am, she´s really in pain, so she requested the "infallible" epidural. She was 5 cm dilated , 80% effaced and station -1 * , that only meant, we still had a long way to go.

From 2 am to 6 am I'm not sure what was going on, nurses coming and going, my sister in-law was on guard and I was trying to sleep. I slept for two and a half hours yeiiii!

6 am to 12 pm, she is dilating slowly but surely. My in-laws arrived around 3pm.

Around 3:30 pm the nurse come into the room to set all the instrumental, Kathleen is 10 cm dilated, 100% effaced and station +1 . She is ready to push.

For one hour and a half Kathleen is pushing like crazy and I'm totally freaked out because the baby won't come out. Finally, the doctor tells Kathleen, "The baby is coming out in the next contraction". This is it. One minute later, Natalie finds her way out; a new baby is born. At that point I have tears in my eyes.



* For those unfamiliar with the medical jargon, I suggest you to have a baby or just google the definitions, either way works fine.





jueves, 9 de septiembre de 2010

En ese lugar

En ese lugar donde la mente crea los sueños,
donde las posibilidades son inagotables,
donde mi realidad es otra y, estoy contigo,
de donde nunca me fui y al mismo tiempo siempre regreso,
allí estas tú.

En ese lugar donde el tiempo no pasa,
donde aun llego a buscarte un Sábado de mañana,
donde el instante entre que abres la puerta y veo
tu rostro se hace eterno,
allí estoy yo.

En ese lugar en donde sin importar que hagamos,
donde basta la presencia del uno para el otro,
donde sin importar si es una banca de un parque
o una silla de un restauran,
allí estamos los dos.

En ese lugar quiero estar,
a ese lugar quiero acudir,
allí quiero que habiten mis pensamientos,
en ese lugar...

jueves, 5 de agosto de 2010

Como disfrutar de litro y medio de agua y una barra energética.



El siguiente procedimiento es (si el oximoron es tolerable) sumamente sencillo y complicado al mismo tiempo; requiere un poco de tenacidad, condición física regular y de dos a tres horas de tu tiempo.

Pasos previos:

1. Levántate de diez a quince minutos antes de las 6 a.m. La razón de esos minutos extra está directamente relacionada con los preparativos iniciales, que dicho sea de paso, varían de persona a persona.
2. Una vez estés despabilado y el sueño no sea más, procede a colocarte shorts, playera, calcetas y zapatos; no olvides calzar los guantes, colocarte el casco y sujetar bien la mochila con la reserva de agua. Y muy importante: asegúrate de llevar la barra energética en tu mochila.
3. Por último, toma tu bicicleta y sal a comenzar el recorrido.

* Los pasos se han simplificado por practicidad.

Los primeras 3 millas son fáciles. La mañana es fresca, estás descansado (al menos eso sería lo ideal), no hay tráfico y el inicio de cualquier aventura siempre es motivador. No es requerido, pero si se da el caso, y tuvieras que pasar a recoger a algún colega que se suma a la andanza, significaría una escala técnica: esperar de cinco a diez minutos para reanudar el recorrido.

Ya que te hayas puesto en marcha nuevamente, proseguirás por aproximadamente seis millas sobre diversas calles y avenidas principales, por donde se podrán observar diversas cosas: un club de golf, escuelas, algunos peatones, casas enormes rodeadas de arbustos y arboles altísimos, carros que te pasan por un lado a alta velocidad, algún perro ladrando y si tienes suerte un venado con su cría.

Conforme avances, notarás como tu frente comienza a perlar, por lo que deberás ir bebiendo (en pequeños sorbos) de la manguera que pende de tu mochila. Es importante que te mantengas bien hidratado a lo largo de todo el trayecto.

Pasadas las seis millas, y conforme te internas en el cañón, notarás que cada vez hay menos casas, lo cual significa que el camino de tierra, por el cual ascenderás a la montaña, no está muy lejos.

Cuando por fin llegues al pórtico que se encuentra a la entrada del camino, es tiempo de desmontar tu bicicleta y sacar de tu mochila la barra energética.

No hay una técnica especifica ni para abrir la barra de su empaque ni para comerla, la única advertencia es que una vez que has dado el primer mordisco, sentirás una sensación de picor dentro de tus mejillas, a lo que seguirá una sensación reconfortante. Si lo consideras conveniente, puedes tomar pequeños sorbos de agua para facilitar el proceso.

Te tomará de tres a cuatro minutos comer la barra. Posterior a esto, y antes de volver a colocarte la mochila deberás guardar la envoltura donde antes estuvo la barra, montar tu bicicleta y escalar los 200 o 300 metros hacia la cima de la montaña.

Una vez estés arriba (recuerda, en todo momento deberás seguir bebiendo), habrás de comenzar a decender por los caminos para bicicleta o single tracks, sortearás algunas dificultades en aquellas bajadas y subidas muy pronunciadas, pero saldrás bien librado.

Por último, posiblemente cuando estés en la cumbre de alguna colina (de las tantas que irás cruzando), tomarás un breve respiro, y, mientras miras a tu alrededor, y te das cuenta que todo lo que vez es inmensidad, y de que todo lo que escuchas es tu aliento, pensarás que esa agua que estás bebiendo y esa barra que abajo comiste son lo mejor que has probado en mucho tiempo.

miércoles, 2 de junio de 2010

Romina y Ruperto

Romina cumplió cinco años, Ruperto ya tiene seis
Romina con las muñecas, Ruperto jugando al tren
Romina perdió un diente, Ruperto queda con el
Romina adolescente, Ruperto milicia y sed
Romina libros y gente, Ruperto montaña y piel
Romina se fue muy lejos, Ruperto no come bien
Romina al tiempo vuelve, Ruperto volvió a comer
Romina no es ya una niña, Ruperto ve a una mujer
Romina enamorada, Ruperto se ha vuelto miel
Romina quiere dos hijos, Ruperto pensaba en seis
Romina tejiendo un suéter, Ruperto sonríe al ver
Romina se ha vuelto débil, Ruperto soldado fiel
Romina ha descansado, Ruperto murió también

lunes, 17 de mayo de 2010

El llano en llamas




No deja de sorprenderme el hecho de que Juan Rulfo, con solamente dos libros, Pedro Páramo y El Llano en llamas, se convirtiera en una de las figuras literarias mas importantes de América latina. De hecho, su trabajo no rebasa las 300 páginas, y sin embargo, ha ejercido una importante influencia sobre muchos escritores. Ignoro que tan cierto sea este dato, pero en algún lado leí que el Gabo, después de leer Pedro Páramo, se inspiró para escribir Cien años de soledad.

El día de ayer termine de leer El Llano en llamas. La versión que tengo en mi casa, si mal no recuerdo, cuenta con 17 cuentos cortos y 2 textos. De todos los relatos hay uno en particular que me gustó mucho: Diles que no me maten. Y nada tiene que ver el hecho de que este cuento que menciono es el que más he visto antalogado, es simplemente que me parece muy bueno.

La mayoría de los cuentos son un tanto homogéneos. Rulfo establece un patrón al recurrir una y otra vez a ese medio ambiente rural; a esa voz campesina que habla desde la tierra para contar una historia de la gente de abajo. Pienso que en cierta forma hizo suyo el compromiso de apuntar hacia aquellos a los que rara vez volteamos a ver, y que sin embargo, son quienes mayormente han contribuido a forjar la historia de México.

lunes, 26 de abril de 2010

El principio del placer


Hola, dado que hacia casi dos meses que no escribo en este intento de blog, lo hago ahora para comentar de uno de los últimos libros que leí: El principio del placer, de José Emilio Pacheco.

Resulta ser que José Emilio Pacheco, escritor mexicano y ganador del Premio Cervantes en el 2009, era otro de los tantos autores mexicanos que no había leido―craso error.

El libro consta de 1 novela corta y 5 cuentos. Debo decir que es uno de los libros más gratos que he leído últimamente. De narrativa rápida y sencilla, es un libro que tiene un tinte coloquial. Se logra escuchar la voz dela autor de una manera natural mientras narra la historia.

Pacheco tiene una influencia Borgesiana, por lo que los cuentos se podrían denominar fantásticos. La novela en cambio es mas real. Describe el paso que a veces se da (muchas veces sin que demos cuenta de ello) entre la adolescencia y el proceso de madurez; entre ese primer amor y ese primer desencanto.

Indefectiblemente recomiendo este libro de 140 páginas. Fácilmente se puede leer en una tarde. Quizá para de alguna manera rememorar lo fantástico que encierra esa primera ilusión, esas historias que nos hacen soñar; quizá solamente por el placer de leer un buen libro.

miércoles, 3 de marzo de 2010

ubicación

En el ala izquierda norte del segundo piso de la biblioteca, casi en los anaqueles finales―quizá el ante penúltimo antes de las mesas―están situados algunos libros en español. Allí, en la parte central del anaquel, donde se encuentran libros de García Marquez, Carlos fuentes, y otros autores latinoamericanos, justo al lado derecho de la sección dedicada a Sartre (ignoro porque colocaron a Sartre ahí) , está el libro que, con un separador adhesivo de color verde, marca la página exacta donde me quede la última vez que lo leí.

El libro resulto ser la segunda parte de una antología de cuentos hispanoamericanos―la primera parte no la encontré. Comencé leyendo la Leyenda de Tatuana de Miguel Angel Asturias; después, continué con un cuento corto de Alejo Carpentier del cual no recuerdo el título y que por cierto deje inconcluso. Lo que sí recuerdo, es que era un poco complicado de leer por el lenguaje tan aderezado que Carpentier utiliza. Suerte que cada cuento viene acompañado de una introducción del antólogo que explica más o menos el significado, de otra manera resultaría difícil entenderlo (de hecho el cuento de Asturias tampoco es tan digerible).

Ahora estoy esperando una oportunidad para volver y terminar, quizá no la antología completa, pero al menos el cuento que deje ubicado.

martes, 9 de febrero de 2010

Tierra de los hombres




Tierra de los hombres, es el segundo libro que leo de Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito. Y debo decir que fue una grata experiencia.

El autor relata algunas de sus vivencias en diferentes épocas de su vida cuando trabajaba como piloto. Es un texto lleno de aforismos y reflexiones interesantes; definitivamente de los más profundos que he leído.

El libro no es muy largo, pero tiene muchos pasajes interesantes. Por ejemplo, en un capítulo narra acerca de un esclavo a quien ayuda a devolver la libertad; en otro, su experiencia en el desierto cuando su avión se estrella. En fin, la lectura resulta conmovedora y al mismo tiempo invita a la reflexión; definitivamente es un most-read.

He aquí algunos de los textos (los últimos dos diría que son mis favoritos).

  • La vida tal vez nos separa de nuestros compañeros, nos impide pensar mucho en ellos, pero se sabe, aunque no muy bien dónde, que están en alguna parte, silenciosos y olvidados, pero ¡pero tan fieles! Y si cruzamos por su camino, ellos nos sacuden por los hombros con bellas llamaradas de alegría.

  • La grandeza de un oficio quizá consiste, ante todo, en unir hombres; no hay más que un lujo verdadero y es el de las relaciones humanas.

  • Trabajando sólo por bienes materiales nos construimos nosotros mismos una prisión.

  • Ser hombre es, justamente, ser responsable. Es conocer la vergüenza frente a una miseria que no parecía depender de uno.

  • La verdad fue para uno construir; para otro debe ser habitar.

  • Parece que la perfección sea alcanzada, no cuando ya no hay nada que añadir, sino cuando no hay nada ya que suprimir.

  • El imperio del hombre es interior.

  • Únicamente cuando estamos ligados a nuestros hermanos por un fin común y que se ubica fuera de nosotros, sólo entonces respiramos, y la experiencia nos muestra que amar no es mirarnos el uno al otro, sino mirar juntos en la misma dirección.

  • La verdad para el hombre, es lo que hace de él un hombre.

  • Únicamente cuando tengamos conciencia de nuestro papel, hasta del más borroso, sólo entonces seremos felices. Sólo entonces podremos vivir en paz y morir en paz, porque lo que da un sentido a la vida da un sentido al a muerte.

  • Sólo el espíritu, si sopla sobre la arcilla, es capaz de crear al hombre.

viernes, 5 de febrero de 2010

Las lineas de la mano

De una carta tirada sobre la mesa sale una línea que corre por la plancha de pino y baja por una pata. Basta mirar bien para descubrir que la línea continúa por el piso de parqué, remonta el muro, entra en una lámina que reproduce un cuadro de Boucher, dibuja la espalda de una mujer reclinada en un diván y por fin escapa de la habitación por el techo y desciende en la cadena del pararrayos hasta la calle. Ahí es difícil seguirla a causa del tránsito, pero con atención se la verá subir por la rueda del autobús estacionado en la esquina y que lleva al puerto. Allí baja por la media de nilón cristal de la pasajera más rubia, entra en el territorio hostil de las aduanas, rampa y repta y zigzaguea hasta el muelle mayor y allí (pero es difícil verla, sólo las ratas la siguen para trepar a bordo) sube al barco de turbinas sonoras, corre por las planchas de la cubierta de primera clase, salva con dificultad la escotilla mayor y en una cabina, donde un hombre triste bebe coñac y escucha la sirena de partida, remonta por la costura del pantalón, por el chaleco de punto, se desliza hacia el codo y con un último esfuerzo se guarece en la palma de la mano derecha, que en ese instante empieza a cerrarse sobre la culata de una pistola.


Julio Cortázar, Historias de cronopios y de famas, 1962



miércoles, 6 de enero de 2010

El hombre duplicado



Leer a Saramago, dos o tres veces al año, se esta haciendo costumbre. Prueba de ello es que el año pasado leí tres de sus libros, y en este pienso leer unos tantos más. Ayudado un tanto por el 2009 (ya que venía arrastrando unas paginas leídas el año pasado) he completado la primer lectura de este 2010: El hombre duplicado, de José Saramago.

Hace un par de días terminé la novela, y, comenzaré diciendo, que el libro no es malo, pero tampoco es excelente. Es más bien una novela típica de Saramago, con parábolas, reflexiones personales, y una historia fuera de lo común que se centra en un personaje principal con tintes de heroísmo. Trata de un profesor de historia llamado Tertuliano Maximo Afonso, quien por casualidad, viendo una película que un compañero de trabajo le presta, se da cuenta de que uno de los actores secundarios es sumamente parecido a él. El actor resulta ser un sosia de Tertuliano, no solamente parecido, sino literalmente un duplicado. A medida que la trama se va desenvolviendo, la curiosidad inicial de Tertuliano, pasa por la estupefacción, la obsesión, y el desconcierto. El tipo llega a dudar de quien realmente es. En mi opinión, diría que uno de los temas principales de libro es la identidad del ser. Qué es lo que hace la individualidad de cada persona, qué es ser único, cómo nos diferenciamos de los demás; en palabras del mismo autor, quizá la pregunta principal no es quiénes somos, sino qué somos.

Un poco con toques de la teoría del eterno retorno, El hombre duplicado es una novela de 400 páginas, entretenida y con un excelente final, fascinante diría yo, de los mejores que he leído.

Pero nada, allí queda el comentario del primer libro del año. A leer más y mejor.

viernes, 1 de enero de 2010

50 libros en un año

Antes que nada, feliz año.

Hoy, en el primer día del año, publico el listado final de los libros que leí en el 2009. Lamentablemente no pude superar el reto que vengo persiguiendo desde hace dos años: leer 50 libros en un año. Queda para el 2010 la tarea de superar los 50.

Incluyo las reglas para el reto de leer 50 libros en un año.

  1. No vale leer aposta para llegar a 50.
  2. Sólo valen los libros que te apetezca leer, no vale leer para rellenar.
  3. Valen las relecturas.
  4. Vale cualquier tipo de libro.
  5. No vale planificar.
  6. Pasa de las reglas.


He aquí los libros que conseguí leer en el 2009. Con negritas están los libros que más me gustaron.

1 Pausa renovadora, Clifford Goldstein
2 Los diez mandamientos ¿Y si lo hiciéramos a la manera de Dios?, Loron Wade
3 La caverna, José Saramago
4 La insoportable levedad del ser, Milan Kundera
5 Los hombres que no amaban a las mujeres, Stieg Larsson
6 Un grito de amor desde el centro del mundo, Kyoichi Katayama
7 La chica que soñaba con una cerilla, Stieg Larsson
8 Estrella distante, Roberto Bolaño
9 Watchmen, Alan Moore y Dave Gibbons
10 La Hojarasca, Gabriel García Márquez
11 Ensayo sobre la ceguera, José Saramago
12 El jugador, Fedor M. Dostoievski
13 Ficciones, Jorge Luis Borges
14 El Zarco, Ignacio Manuel Altamirano
15 Las pequeñas memorias, José Saramago
16 La reina en el palacio de las corrientes de aire, Stieg Larsson
17 Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Pablo Neruda
18 La soledad de los números primos, Paolo Giordano
19 Nickel and Dimed, Barbara Ehrenreich
20 La historia de la redención, Elena G. de White
21 The No. 1 Ladies' detective agency, Alexander McCall Smith
22 El Marx desconocido, Richard Wurmbrand
23 Balzac and the little chinese seamstress, Dai Sijie
24 Pedro Páramo, Juan Rulfo
25 Feminism is for everybody, Bell Hooks
26 Vanya, Myrna Grant
27 El libro de arena, Jorge Luis Borges
28 The 7 habits of Highly effective people, Stephen R. Covey
29 Clave para un amor, Adolfo Bioy Casares
30 La familia de pascual duarte, Camilo José Cela
31 La invención de Morel, Adolfo Bioy Casares
32 Sol, piedra y sombras. Veinte cuentistas mexicanos
de la primera mitad del siglo XX, (Editor) Jorge F. Hernández
33 1984, George Orwell
34 High Tech Heretic, Clifford Stoll



Por decencia no incluí Emotional Intelligence de Daniel Goleman, porque a pesar de haber leído el 90% de libro, falto el 10% restante, que por cierto no pienso leer. Ahora mismo tengo dos libros comenzados: El hombre de duplicado, de José Saramago y Las Fábulas, de Samaniego, los cuales pienso terminar en los próximos días, y así, aventajar un poco el año jeje (no resulté tan decente despues de todo).

Para este año quiero continuar leyendo a Saramago, por supuesto a Borges, los cuentos de Kafka, y un libro de Alfonso Reyes titulado El Plano Oblicuo. También, quiero terminar Rayuela de Cortazar, y comenzar con El Quijote (mi meta imposible). En fin, hay mucha tela de donde cortar; tengo como vienti tantos libros esperando en el librero y otros más en formato electrónico.

Pero nada, los mejores deseos para el año que comienza, y a leer más y mejor.