viernes, 14 de agosto de 2009

Aquel día

Sabía que la abulia que experimentaba era señal de que en poco tiempo había de morir. Pensaba en las cosas que debió haber completado. Recordó aquel día, casi 60 años atrás, cursaba su primer año de secundaria. Se miraba a sí mismo, huyendo de dos o tres adolescentes. Corría sin parar. Era inútil. A pocos metros de su casa le dieron alcance. Tantas veces había pensado en ese momento, siempre el mismo recorrido, la misma impotencia. Esta vez algo cambio, no se tiro al suelo muerto de miedo pidiendo que lo dejaran en paz. Esta vez levanto la mirada, fija en los ojos de su agresor. Una pierna, luego otra. De pie, soltado los libros que aun tenia en la mano, se abalanzó como una fiera sobre su atacante. Justo en ese momento, cuando se disponía a enfrentar su destino, exhaló, con una sonrisa en el rostro, su último aliento.

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