miércoles, 1 de julio de 2009

Un día para recordar



Ayer, por primera vez, me sentí satisfecho de mi juego. No es para menos, ganamos 27-3.

Cierto es que el otro equipo era débil, pero ante ese tipo de rivales hay que demostrar que se puede jugar bien.

La temporada de softball está comenzando. Es el cuarto partido de la temporada y aun quedan muchos partidos por delante. Jugaremos, sí, ante equipos mejores, quizá ante otro equipo débil, pero creo que jugaremos sabiendo que cuando tuvimos la oportunidad hicimos las cosas bien, como debieron haber sido hechas.

Fui 5 veces al bat, 2 fueron globos que con un poco más de fuerza hubieran pasado a los jardineros, pero aún así, impulse una carrera. Los otros 3 fueron hits donde fui a la base y en cada oportunidad mis compañeros me impulsaron para anotar.

En cuanto a la defensiva, el patrón se repitió a lo largo del juego: las pelotas me llegaban a tercera, casi siempre rodando, de allí a segunda y en un par de veces a primera, para terminar en out. Al parecer ya estoy fijo en la tercera base, no lo pedí yo. El hado quiso que estuviera ahí y ahí estoy.

La apoteosis: Parte baja de la última entrada, el otro equipo al bat, un out, jugadores en primera y segunda, la bola va donde mi, la atrapo, toco tercera envió a segunda: double play.

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