lunes, 15 de agosto de 2011

Rosaura a las diez



Ayer por la noche terminé de leer Rosaura a las diez de Marco Denevi. Debo comenzar diciendo que Denevi tiene su propio estilo, un estilo totalmente diferente al de otros escritores argentinos que he leído: Borges, Bioy Casares, Cortázar, Walsh. La novela, que quizá se podría categorizar como policiaca, está escrita de una forma no convencional. Cada capítulo muestra la declaración de diferentes personajes sobre un mismo hecho. Y al final, cada una de estas declaraciones van armando la trama. Hubo, quizá, un par de elementos que no del todo me parecieron verosímiles, pero al final de cuentas resulto ser una novela bien pensada, con cada uno de los protagonistas bien definidos, y con un amplio dominio del lenguaje por parte del autor. Es interesante notar que la voz de cada personaje cambia drásticamente. De tal forma que el vocabulario se hace más o menos elocuente dependiendo de quien hable. Y aunque este es un recurso ampliamente utilizado por muchos escritores, en el caso de Rosaura a las diez me pareció muy acertada la manera como el autor lo trabajó. Otra cosa interesante de la novela es la manera como el autor juega con la psicología de cada personaje, en especial del principal: Camilo Canegato. De hecho hubo un momento que pensé que Denevi metía un poco de realismo mágico, pero afortunadamente me equivoqué. Digo afortunadamente porque para una novela policiaca el realismo mágico como que no.

Ahora, debo de confesar que conforme fui leyendo la novela tuve un poco de sentimientos encontrados. Al principio me pareció interesante, a media novela me aburrió un poco, pero conforme el final se acercaba, mis expectativas, por conocer el desenlace y saber cómo cada una de las partes iba a encajar, crecieron considerablemente. De tal forma que la última tercera parte me la leí de un tirón. Y en cuanto a la manera de resolver la trama, sólo me resta decir que no pudo ser menos acertada.

En fin, otra más de policías.

A leer más y mejor.

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