lunes, 31 de diciembre de 2012

50 libros en un año, 2012

A unas horas de que comience -por lo menos aquí-el 2013, escribo esta entrada con la lista de los 50 libros que logré leer en el 2012, lo cual significa que cumplí, por fin, mi propósito fijado a principios del año. Estuve pensando si volver a retomar el reto o tratar de ir más allá y fijarme algo más ambicioso; pensé, por ejemplo, que podría-o que puedo-llegar a leer 75 o inclusive 100 libros en un año, pero francamente lo veo un tanto difícil. Así que queda el mismo reto para este nuevo año con la salvedad de que trataré de esforzarme para leer al menos 60 libros esta vez.

En cuanto a los libros que lei este año, puedo decir que inclui algo de poesía, bastante novela negra-casi el 20% de mis lecturas-, mucho cuento y, por supuesto, nuevos autores con temas variados que fueron desde poesía hasta obras de teatro. 


Por otro lado Onetti sigue siendo un indiscutible favorito y ya estoy armando mi colección personal de sus libros; Paco Taibo II fue un gran descubrimiento; releí Ficciones y esta vez quedé fascinado con el libro, y lo mismo sucedió con La invención de Morel, de Bioy Casares y también terminé de leer todas sus novelas; leí, como ya escribí, nuevos autores y algunos me gustaron mucho: Élmer Mendoza, Antonio Skármeta, Silvina Ocampo, Ricardo Piglia. La verdad que fue un gran año.


Para este nuevo 2013 ya tengo mi tarea: saqué 15 libros de la biblioteca donde mayormente predomina la novela negra latinoamericana; después, atacaré los libros que siguen esperándome sobre el librero que ya son cerca de 40 (y sigo comprando). Hay muchos libros y autores importantes que no he leido y que me gustaría incluir para el próximo año, por ejemplo: El quijote, Rayuela, James Joyce, Proust, Fulkner. En fin, ya veré como se va acomodando el nuevo año de lecturas.


Y como siempre, los libros que más me gustaron están en negritas. 


Pero nada, feliz año y a leer más y mejor.



 1 La vida breve, Juan Carlos Onetti (Mi libro favorito de todo el año)
2 Jorge Luis Borges, Una invitación a su lectura, José Emilio Pacheco
3 Aura, Carlos Fuentes
4 Kafka en la orilla, Haruki Murakami
5 Edipo Rey, Sófocles
6 Ensayo de un crimen, Rodolfo Usigli
7 Bola de sebo y otros relatos, Guy de Maupassant

8 Juegos de la imaginación, Marco Tulio Aguilera Garramuño
9 El pollo que no quiso ser gallo, Marco Tulio Aguilera Garramuño
10 Ficciones, Jorge Luis Borges
11 La ladrona de libros, Markus Zusak
12 Cuando ya no importe, Juan Carlos Onetti 
13 La princesa de hielo, Camilla Lackberg
14 El astillero, Juan Carlos Onetti
15 Dias de combate, Paco Ignacio Taibo II
16 La invención de Morel, Adolfo Bioy Casares
17 Cosa fácil, Paco Ignacio Taibo II
18 Los mejores cuentos policiales de Manuel Peyrou, Manuel Peyrou
19 Memorial del convento, José Saramago
20 No pasó nada, Antonio Skármeta
21 Cuatro manos, Paco Ignacio Taibo II
22 24 Poetas latinoamericanos, Francisco Serrano (Antólogo)
23 Gracias por el fuego, Mario Benedetti
24 Los días del arcoíris, Antonio Skármeta
25 Escribir poesía, Ariel Rivadeneira
26 El ruido de las cosas al caer,  Juan Gabriel Vásquez
27 Cómo leer y escribir poesía, Hugo Hiriart
28 Waiting for Godot, Samuel Beckett
29 El héroe de las mujeres, Adolfo Bioy Casares
30 Cien haikus, Masaoka Shiki
31 Cuentos breves y extraordinarios,   JLB y ABC (Antología)
32 El túnel, Ernesto Sabato
33 Los tigres de Malasia, Emilio Salgari
34 Cómo se escribe Poesía, Silvia Adela Kohan
35 El sueño de los héroes, Adolfo Bioy Casares
36 La aventura de un fotógrafo en la Plata, Adolfo Bioy Casares
37 Plan de evasión, Adolfo Bioy Casares
38 Las batallas del desierto, José Emilio Pacheco
39 Los oficios terrestres,  Rodolfo Walsh
40 Confabulario, Juan José Arreola
41 Los que aman, odian, Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares
42 El complot Mongol, Rafael Bernal
43 El beso de la mujer araña, Manuel Puig
44 Los mejores cuentos policiacos mexicanos, María Elvira Bermudez
45 El camino, Miguel Delibes
46 Balas de plata, Élmer Mendoza
47 La prueba del ácido, Élmer Mendoza
48 El pozo, Juan Carlos Onetti
49 La vida misma, Paco Taibo II
50 Plata quemada, Ricardo Piglia

martes, 11 de diciembre de 2012

Edgar "El zurdo" Mendieta


¡Oh, género negro mexicano, casi inexistente! Casi, pero no inexistente. Prueba de ello son las novelas que he estado leyendo: Ensayo de un crimen, de Rodolfo Usigli; Días de Combate, Cosa fácil, y Cuatro manos, de Paco Taibo II; y el El complot Mongol, de Rafael Bernal. Y a esta casi inexistente lista se suman dos más: Balas de plata y La prueba del ácido, las dos de Élmer Mendoza. Aunque sé que hay más libros, mi lista se limita a lo que he leído. ¡Pero la ampliaré!

Así que, debido a que últimamente me ha dado por explorar el género negro latinoamericano, y a que leí por ahí que las dos novelas de Mendoza eran bastante buenas, y a que me gusta conocer nuevos escritores, me aventuré a buscar Balas de plata y La prueba del ácido. Y para mi buena suerte, ambos libros estaban en la biblioteca ¡yeeii!

Pues bien, "El zurdo" Mendieta es el protagonista en ambas historias. El tipo es un judicial que nunca se casó, con conflictos internos (nada nuevo aquí), y que hasta cierto punto tiene una especie de código de ética o moral, ya que no se vende a nadie. Conforme avancé en la lectura, no pude evitar pensar en Belascoarán Shyne. Ambos, El zurdo y Shyne, son una especie de héroes urbanos-por ponerlo de algún modo-, tipos extraños que no saben a ciencia cierta por qué se dedican a lo que se dedican (Shyne era Ingeniero; el Zurdo, si mal no recuerdo, estudio Letras), pero que tratan de hacer las cosas bien y acabar con los malos. Otra similitud entré ambos personajes sería que Mendoza esta tratando de hacer lo que Paco Taibo hizo con  Belascoarán, es decir, crear una saga. Y de hecho, el  más reciente libro que publicó Mendoza,  Nombre de perro, es otra historia más del Zurdo Mendieta, que por cierto estará en lista de espera para el 2013 sí y solo sí lo compran los de la biblioteca.

El ambiente en los dos libros de Mendoza es muy similar: un crimen o crímenes que resolver, narcos  que controlan la ciudad y que tienen lazos con las altas esperas del poder; mujeres de quienes El zurdo cree estar enamorado; personajes y lenguaje bastante coloquiales. Conforme las lecturas avanzan, se van descubriendo nuevas pistas para la resolución del crimen que, a decir verdad, no genera tanta expectativa o al menos no la que debería. Mi opinión es que lo interesante de las historias, lejos del planteamiento del problema y su resolución, es la forma como son contadas, la bola de nombres y personajes que aparecen y desaparecen, y la velocidad que el autor le imprime a los diálogos y a la historia misma.

Una cosa interesante respecto a los diálogos y la voz del narrador es que son lineales. No hay una clara puntuación que los diferencie y esto en un principio puede desconcertar un poco. Pero si se ha leído a Saramago, entonces no habrá problemas. Son libros relativamente cortos, de fácil y rápida lectura, y eso sí, bastante entretenidos.

Ahora mismo tengo en mis manos La vida misma, de Paco Taibo II, que si bien no esta resultando estupenda, es bastante entretenida y me ha hecho reir; ese Paco Taibo sí que es ameno.
¡Ah!, y vienen como 16 libros más en camino, y casi todos de género negro latinoamericano. Así que tendré bastante material en las siguientes semanas.

A leer más y mejor.